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Beca Ñandú- Julio C. Vásquez Ortiz

Julio Vázquez (Badajoz, España, 1981). Comisario independiente y gestor cultural. Sus proyectos curatoriales han girado siempre en torno al objetivo de propiciar escenarios (prácticos y simbólicos) que fomenten el pensamiento crítico, pongan en valor la intrahistoria de los territorios de acogida y motiven la actitud de cambio por parte de la audiencia. Comisario de la XVI Residencia Epecuén (Argentina, 2024) y de la bienal de arte público Cáceres Abierto (España, 2017, 2019, 2021, 2023). Entre sus últimos proyectos destacan los laboratorios de participación y residencia artística Siberia Cultura (España, 2023) la puesta en marcha del Museo de Muralismo Contemporáneo de Mérida (España, 2022) o la IX Bienal Iberoamericana de Obra Gráfica Ciudad de Cáceres (España, 2021). Ha comisariado más de medio centenar de exposiciones en diferentes puntos del territorio europeo como el Círculo de Bellas Artes de Madrid, la sede de la ONU en Ginebra (Suiza), o el Simpósio Internacional de Arte Contemporânea de Guarda (Portugal); a la vez, enfoca su trayectoria al comisariado y dirección de programas y festivales como BetArt Calviá (Palma de Mallorca, 2014), A puerta abierta (Cáceres, 2015) Arte en común (Badajoz 2017, 2018, 2019) o Buinho Creative Hub (Portugal, 2016-2017) , entre otros. Miembro del Comité Internacional de Museos de Arte Moderno y Contemporáneo del ICOM (CIMAM). Profesor consultor en el Grado de Artes de la Universidad Oberta de Catalunya en la especialidad de Escultura y Desarrollos Espaciales. Escribe crítica y opinión en las revistas Grada y Artepuntoes.

LO QUE TRAE EL VIENTO

Artistas a la intemperie // Residencia Epecuén // Edición XVI

Existe una palabra mapuche para designar el viento que viene favorable del sur, Waiwén. El marcado carácter austral de Carhué hace que todes les residentes de esta XVI Edición de Residencia Epecuén provengamos del norte, ya sea Santa Fé, Cordoba, Brazil, Perú, España, Bosnia, Austria o Estonia. Una construcción cardinal que la historia se ha encargado de ordenar como colonial, virando las jerarquias oriente occidente a una realidad actual norte sur. Motivados por la reversión de estas estructuras impuestas, o tal vez empujados por estos vientos favorables, ocho artistas ajenos en origen a la historia de Epecuén, vienen trabajando durante las últimas dos semanas en situar sus investigaciones en un territorio único en el mundo. Acompañades del equipo de coordinación, han trabajado una doble conexión con el entorno, desde lo matérico en paisaje a lo relacional con el paisanaje. En contacto con el barro, la sal, el agua, el aire, las ruinas, la radio, la casa de cultura o el museo y sus gentes, emergen ideas y procesos, performances y esculturas, dibujos al aire y oleos al cartón, que generan más preguntas que respuestas, en favor del diálogo sobre aquello que queremos sentir como propio. Posiciones protectoras como las de César Nuñez, que pretende consevar lo que ya se llevó el agua, performando mantas térmicas y escombros cargados de nostalgia; melancolia, que recoge Polina Izvekoa al recrear un disruptivo kisoco yugoslavo que vende pomelo, tabacos y demás productos de un Carhué atemporal; otra forma de decir eterno, como los microrganismos recolectados en el lago por Mariana Coan para cultivar la simbiosis con sus dibujos, en estetizadas placas petri; biología esencial, presente también en la literalidad del cuerpo dibujante de Beatriz Linderberg, que muta el papel por territorio y el pigmento por sus extremidades para conectar físicamente con la tierra; barros, de un lago que caprichosamente se lleva y devuelve objetos dispares, naturales o no, pero que no escapan al ojo sensible de Mariel Reyes, encargada de recolectarlos y liberarlos de su origen, en favor de diseñar un lenguaje que le permita conversar con el agua; como hace Heleliss Hoim con madera y fango, reconstruyendo compulsivamente la naturaelza sobre sí misma hasta el punto de invertir el horizonte con su escultura; ante la atenta mirada de Vanja Pandurevic cuyas investigaciones sobre la condición humana entre lo natural y la ciudad, le llevan a descubrir una localidad repleta de memoria emocional. Todas estructuras que intentamos controlar a modo de herramientas que provoquen la interlocución entre artistas, residentes, campo y urbe, sin apenas darnos cuenta de que es el vaivén el que decide nuestra posición a la intemperie, que toma cuerpo en las telas negras de Guillermo Mena para registrar, mediante dibujo y telas, el archivo del viento.

Julio C. Ortiz Vázquez

RESIDENTES

  • Mariana Coan / Brasil
  • Mariel Reyes / Perú
  • Vanja Pandurevic  / Bosnia Herzegovina 
  • Beatriz Lindenberg / Brasil
  • Heleliis Hoim / Estonia
  • Polina Izvekova /Rusia-Serbia
  • César Núñez /Argentina 
  • Guillermo Mena (Beca constelaciones) /Argentina
  • Curaduría: Julio C. Vázquez Ortiz (Beca Ñandú) / España

SENTIDO COMÚN

El museo como punto de encuentro

Una exposición de ocho artistas, dos pueblos y un museo.


MUSEO DR. ADOLFO ALSINA, CARHUÉ / 24.11.24

Artistas: Mariana Coan, Mariel Reyes, Vanja Pandurevic, Beatriz Lindenberg, Heleliis Hoim, Polina Izvekova, César Nuñez, Guillermo Mena.

Curaduría: Julio C. Vázquez Ortiz, Paula Benítez, Gastón Partarrieu.

Una exposición de ocho artistas, dos pueblos y un museo.
MUSEO DR. ADOLFO ALSINA, CARHUÉ / 24.11.24

Artistas: Mariana Coan, Mariel Reyes, Vanja Pandurevic, Beatriz Lindenberg, Heleliis Hoim, Polina Izvekova, César Nuñez, Guillermo Mena.
Curaduría: Julio C. Vázquez Ortiz, Paula Benítez, Gastón Partarrieu.

Cuando llegamos aquí, apenas éramos conscientes de que Carhué y Epecuén fueron dos pueblos vecinos pero independientes cuyas historias quedaron enlazadas de por vida, primero por el turismo y después por la catástrofe, que condujo a un nuevo proceso de turistificación en ciernes. Aquellas comunidades, en su mayoría de italianos y españoles, que se asentaron a este lado de la zanja hace más de siglo y medio, narran los contenidos de un museo que ve Carhué cuando mira hacia atrás a través de su colección, mientras que enfoca el futuro hacia Villa Epecuén, como responsable de un patrimonio al aire libre. El contraste entre esta realidad ordenada en museo para el turista, y el dinamismo de una residencia que lleva Epecuén en su nombre hace que, quienes apenas rayamos la superficie, queramos saber más acerca de cómo se construye una identidad compartida desde dos historias en un territorio único como este. Lejos de sentar opinión, esta exposición quiere proponer un punto de encuentro para las dos caras de esta misma moneda, a través del arte situado.

Una exposición con elementos y piezas recolectados por les artistas durante sus procesos en Epecuén se sitúan dentro de la propia exposición del museo compuesta por objetos de Carhué, cuya relación, más allá de la etnografía, encuentra razón de ser en otras dimensiones más cercanas a la materia y lo vivencial, proponiendo una narración emotiva y atemporal que haga florecer el relato subyacente bajo el discurso oficial. El arte como medio para generar un debate que devenga en nuevos puntos de vista, rescatados entre todas las partes vinculadas, artistas, museo, pueblos y, sobre todo y principalmente, sus habitantes.

SALA 1

Vitrina historia de la educación

Infiernos artificiales, de Claire Bishop. Libro sobre la historia y pedagogía del arte participativo y la espectaduría activa.

Vitrina bebidas y anuncios


Polina Izvekova. Bocetos de la revisión pictórica hace de la fisionomía del kiosko fusionando la tradicional arquitectura soviética con elementos propios de Carhué

Vitrina de registros

Beatriz Lindenberg. Cuaderno de bocetos sobre sus acciones dibujísticas sobre el territorio, desde perspectivas de género junto al registro de prostitutas.

Guillermo Mena. Retales de tela que dispone al aire para su dibujo en la exposición a la intemperie, junto al registro de la distribución de tierras, completando la escritura faltante en el libro de archivo.

SALA 2

Vitrina campañas del desierto

CNQSTDRS. Periódico producido por Elo Vega y Rogelio López Cuenca sobres los vestigios actuales de la invasión de Latinoamérica por parte del Reino de España en el siglo XV, en la ciudad española de Cáceres.

Mesa de comunicaciones.

Vanjia Pandurevic. Plano de Buenos Aires con los principales edificios brutalistas, en conexión con sus interés y el lenguaje de las arquitecturas de Salamone.

SALA 3

Vitrina bustos pueblos originarios

Heleliis Hoim. Escultura de arcilla sobre madera recolectada en las inmediaciones del lago Epecuén, reproduciendo formas inspiradas en el mismo.

Vitrina de fósiles

César Núñez. Recubre uno de los fósiles con manta isotérmica empleada en sus intervenciones al aire libre en clave de protección.

Mariana Coan. Placa petri de los cultivos de líquenes recogidos por las inmediaciones del lago Epecuén como lo esencial del territorio natural.


Vitrina poncho pampero

Mariel Reyes. Telar en proceso de una de las piezas textiles combinadas con elementos recolectados y pigmentos naturales extraídos del entorno.

PODCAST

Podcast monográficos:

Video Podcast 1. Pau Benítez, Maríana Coan, Guillermo Mena y Doni San Román.

Modera: Julio C. Vázquez-Ortiz

Capítulo 1 https://youtu.be/0YFSmRW6TgI?si=Nnuicma3Jdm2SpUz

Capítulo 2 https://youtu.be/SusfCQPSx00?si=f2GYO9Peq4i5Jj_O

Capítulo 3 https://youtu.be/r7ycESYDx-o?si=IzzdpjeQzSt5NiBT

Video Podcast 2. Maria Villanueva, Beatriz Lindenberg, César Núñez y Doni San Román.

Modera: Julio C. Vázquez-Ortiz

Capítulo 1 https://youtu.be/27aRvre_hZI?si=ssTzbSvQQPIFIqcs

Capítulo 2 https://youtu.be/2yUw6gxBseM?si=6QN7HVpANEtjjIF3